El paquete que tanto había esperado ya estaba en sus manos, pero aquel convencimiento para exponer el contenido de este había desaparecido. Aquella persona, quien resultaría afectada por su confesión era la misma que días atrás le había salvado la vida.
- Si este sobre hubiera llegado dos semanas antes- se dice Luis así mismo - ¿Que hizo que se demorara tanto?
Quiere abrirlo, leer su contenido y lo hace. Allí estaban todas y cada una de las evidencias necesarias para que Alejandro estuviera tras las rejas por un tiempo considerable, quizás terminaría condenado y perdiendo a sus amigos, lo que más le importaba.
Mira una vez las pruebas que están en sus manos y parte en su escritorio y comienza a recordar esa noche en la que hablaron, tomaron un par de copas y descubrió que no solo era ese ser humano que usaba su encanto físico, su retórica y buenos modales para conseguir lo quería, incluyendo ser exonerado de la muerte de uno de sus amantes y hermano de Luis años atrás. Había una persona insegura, infeliz, arrepentida y deilusionada tal como él, que era alguien más que jugaba su rol en el teatro de la vida.
Luis maldice una vez más, no podía creer que ahora se sentía igual que él e incluso lo veía como uno más; no puedo hacer esto se dice a si mismo mientras guarda todo una vez más en el sobre y lo guarda en el primer cajón de su escritorio y lo asegura con llave. Enciende su computadora y simula estar trabajando tras ver que Alejandro venía hacia su cubículo con una taza de café.
-¿Qué fue lo que te llegó en ese sobre?- pregunta Alejandro
- Nada importante ya lo boté- dice Luis mientras sonríe y lanza un atisbo al cajón - Gracias por el café, ahora tengo que seguir trabajando-
-Claro, no te molesto. Recuerda después del trabajo cenamos en casa. Te quiero-
- Yo también-
...
Juan Pájaro Velásquez
Mira una vez las pruebas que están en sus manos y parte en su escritorio y comienza a recordar esa noche en la que hablaron, tomaron un par de copas y descubrió que no solo era ese ser humano que usaba su encanto físico, su retórica y buenos modales para conseguir lo quería, incluyendo ser exonerado de la muerte de uno de sus amantes y hermano de Luis años atrás. Había una persona insegura, infeliz, arrepentida y deilusionada tal como él, que era alguien más que jugaba su rol en el teatro de la vida.
Luis maldice una vez más, no podía creer que ahora se sentía igual que él e incluso lo veía como uno más; no puedo hacer esto se dice a si mismo mientras guarda todo una vez más en el sobre y lo guarda en el primer cajón de su escritorio y lo asegura con llave. Enciende su computadora y simula estar trabajando tras ver que Alejandro venía hacia su cubículo con una taza de café.
-¿Qué fue lo que te llegó en ese sobre?- pregunta Alejandro
- Nada importante ya lo boté- dice Luis mientras sonríe y lanza un atisbo al cajón - Gracias por el café, ahora tengo que seguir trabajando-
-Claro, no te molesto. Recuerda después del trabajo cenamos en casa. Te quiero-
- Yo también-
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Juan Pájaro Velásquez
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