"...Por un instante pensó en ir detrás de él, pero se contuvo. Lo mejor era dejarlo ir..."
El atardecer mostraba sus colores naranjas delicadamente sobre el cielo, era ese efecto que solo se formaba en primavera, su estación favorita después del otoño, él lo veía y según su opinión "era uno de los fenómenos más que la naturaleza podía brindar", de este lo que más le encantaba era ver como la luz iba oscureciendo el dorado del trigal a un ocre parduzco y luego a un marrón que por alguna razón le resultaba asqueroso, tal vez era porque le recordaba las papillas que su nana le hacía comer cuando era un chico. Él era un hombre blanco, de mediana estatura, ojos azules y cabello rizado de color rojo. Su nombre era Vicente y se oficiaba como pintor, de allí su fascinación por los colores, la naturaleza y la constante impresión por cada imagen que veía, de alguna manera lograba ver en ellas algo hermoso, aunque fue lo más grotesco.
Juan, un fotógrafo, a kilómetros de allí observa lo mismo que él. En el caribe desde las murallas de Cartagena, ciudad de miles de colores, pero a él solo lo eclipsaba la belleza del atardecer, como las siluetas de las personas se oscurecían, solo se veían como sombras caminando sobre el horizonte como si flotaran, adoraba ver eso, adoraba guardar para siempre gracias al lente de su cámara la imagen que su ojos se deleitaban observar.
Written by
Alice Bird
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